El aroma despierta nuestros
sentidos, nos traslada a lugares, nos recuerda a personas… cuando de nuestro
hogar se trata, queremos que huela bien, buscamos la fragancia con la que nos
sentimos identificados y deseamos que al abrir la puerta nos invada la
sensación de haber regresado a casa. Muchas veces no sabemos cómo lograr esto,
probando perfumes en todos los formatos. Aquí te damos una ayuda para elegir el
sistema que mejor se adecue a tus necesidades.
Hornillos: Consisten en un
recipiente donde se coloca agua con unas gotas de esencia y por debajo del
mismo una fuente de calor que evapora el líquido para que aromatice el lugar. Los
hornillos comunes utilizan como fuente de calor velitas y los eléctricos una
lamparita o resistencia. Los hornillos en general, tienen la ventaja de permitir
regular la intensidad del aroma y personalizar el mismo. La intensidad la
regulamos colocando mayor o menor cantidad de esencia y, en el caso de los
hornillos con lamparita, con los watts de la misma (a mayor calor, más rápido
evapora el líquido y más intenso el aroma). La fragancia puede personalizarse
colocando gotas mezcladas de esencias que nos gusten creando aromas que no
logramos conseguir en el mercado. La mayor desventaja de este método es que si
uno es olvidadizo y no controla que haya suficiente líquido mientras la fuente
de calor esté encendida, puede quebrarse el recipiente contenedor, además suelen
ser muy frágiles y hay que tratarlos con cuidado.
En particular, los hornillos con
velita tienen la ventaja de que no requieren un enchufe cerca y su luminosidad
genera calidez en el ambiente, pero suelen precisar la misma atención de
cualquier otro elemento que utilice fuego para evitar accidentes, sobre todo si
hay mascotas o niños pequeños en la casa. En los hornillos con lamparita hay
que evitar que el agua se derrame sobre la lámpara para evitar cortocircuitos o
que explote el vidrio por los cambios de calor. Su mayor ventaja es la duración
del aroma, ya que al ser más suave el calor que genera demora más en evaporar
el líquido. Finalmente, los hornillos a resistencia, tienen la gran ventaja de
que duran aún más que los eléctricos y que no hay que tener grandes
precauciones ya que está preparado para el contacto con el líquido.
Muchas de las precauciones mencionadas
se pueden solucionar si utilizamos en lugar de esencia diluida en agua,
directamente una esencia sólida. También existen hornillos de materiales
resistentes al fuego que pueden emplearse sin agua.
Difusores
con varillas: un método relativamente nuevo de aromatizar
ambientes cuya mayor ventaja reside en su practicidad ya que no requiere una
gran inversión de tiempo. Únicamente se colocan las varillas en el recipiente
contenedor del aroma y las mismas absorben la esencia, la cual al contactar con
el calor del ambiente se evapora y emite un agradable aroma. Sin embargo, su
duración y eficiencia dependerá del calor y la ventilación que haya en el
ambiente, lo que no lo hace apto para cualquier lugar: en sitios muy grandes y
fríos emite poco aroma, mientras que en lugares cerrados y cálidos como un
toilette es más eficiente.
Velas: un clásico que brinda calidez al ambiente y lo
decora. Los hay de varios colores, tamaños y formas. Como desventajas, por un
lado hay que ser precavido con el fuego y por otro hay que tener en cuenta que
el tamaño de la vela influye en la intensidad del aroma: velas chicas sirven
para ambientes chicos y en ambientes grandes hay que colocar velas grandes que
suelen ser caras. Es difícil conseguir velas buenas, que quemen hacia dentro y
se consuman hasta el final dejando buen aroma mientras de consumen. Un truquito
muy útil es encender la vela y esperar hasta que se haya derretido un poco, con
mucho cuidado vertemos unas gotitas de esencia de hornillo sobre la cera y eso
aumentará el aroma que genera.
Desodorantes: existen desodorantes en aerosol y con
pulverizador. Ambos son un método práctico y rápido de usar pero de poca
duración. Los desodorantes en aerosol tienen la desventaja de que al ser
realizados industrialmente no suelen tener gran variedad de fragancias y las
mismas (por los componentes que emplean) no se asemejan a las naturales. En el
caso de los desodorantes computarizados (aquellos que por medio de un
temporizador emiten un disparo cada vez que se lo programe) permiten mantener
el aroma de manera continuada. Los pulverizadores suelen usarse tanto en el
ambiente como en la ropa y el aroma es más natural.
Inciensos: otro de los clásicos que suma puntos por su
trayectoria. Su ventaja es el misticismo que rodea al uso, casi un ritual (ver
nota…) pero su corta duración y el humo que genera no apto para todo el mundo,
sobre todo los niños y personas alérgicas o asmáticas, es su gran
desventaja.
Aros difusores: Un método poco conocido que consiste en
un aro de cerámica o algodón prensado que se coloca en el portalámparas y se
humedece con esencia que el calor de la luz evaporará. Su mayor desventaja es
que las lámparas actuales suelen ser de bajo consumo y no generan calor
suficiente para que sea efectivo.
¿Ya
elegiste la mejor opción para tu casa o lugar de trabajo? Podes combinar dos o
más métodos e incluso mezclar aromas. Por ejemplo: un difusor en el living si
este es grande para mantener un aroma suave, un hornillo eléctrico que refuerce
la fragancia y pulverizar cortinas y sillones para que sea más intenso aún.